La sabiduría del Chi Kung - Tai Chi

La sabiduría del Chi Kung - Tai Chi

En los tiempos en los que vivimos, donde la prisa, el estrés, la tristeza o el miedo, parecen haberse adueñado de la vida, tenemos la suerte de contar como aliado con uno de los grandes tesoros de Oriente para poder regresar a nuestro centro. Una joya que se nos ha dejado como legado, para poder practicar salud, para tener un apoyo en nuestro día a día y para conocernos mejor a nosotros mismos. Una herramienta maravillosa para ser más felices y estar más en armonía con todo lo que nos rodea.

La base del TAI CHI es el CHI KUNG, es la esencia del movimiento, la energía que lo anima, la que da profundidad y sentido a la forma. No hay Tai Chi sin Chi kung. El Chi Kung es el Alma del Tai Chi, esa parte interna que “llena” el movimiento externo. Por eso, primero cultivamos con el Chi Kung, nuestra energía interna, para después darle forma externa a través del Tai Chi. Así se genera un equilibrio entre lo interno y lo externo.

Chi Kung

Su traducción es Chi “energía” y Kung “trabajo”. Por lo tanto, es el trabajo que hacemos con la energía o “Cultivo de la Energía”. Hay muchos tipos de Chi y existen ejercicios y técnicas para cultivar cada uno de ellos. Este trabajo interno va desbloqueando nuestro cuerpo, despertando sus canales, reconduciendo nuestra energía para que nos sintamos mejor a todos los niveles. Cualquiera puede practicarla, sin importar la edad o condiciones físicas, pues los ejercicios pueden ser adaptados a las necesidades del practicante.

Como si dentro de nosotros hubiera ríos, hacemos que el agua clara vuelva a circular por ellos, nutriendo todo el organismo. Los diferentes sístemas, órganos, entrañas y también músculos, tendones, huesos, etc., se ven revitalizados y renovados. La salud vuelve a brotar dentro de nosotros. Esto favorece también nuestras emociones y nuestra mente, que son una parte más sutil de este organismo de Vida.

Imagina que dentro de ti habita un jardín y que, por desconocimiento, no lo has cuidado, o bien porque no sabes cómo hacerlo. El jardín se ha ido deteriorando, ya no hay flores, ni frutos, el agua está estancada y sucia y la luz del sol no llega a muchos lugares; así nos sentimos a veces. Sin embargo, el verdadero potencial de tu jardín es la belleza y la armonía, la Paz y el equilibrio. El Chi Kung nos ayuda a recuperar este jardín para que pueda brillar en todo su potencial.

Cuando las Flores crecen dentro de Ti, Todo el Universo puede oler su perfume.

Una vez que la práctica del Chi Kung ha hecho su función interna se moviliza la energía por todo el cuerpo a través de la forma. Surgiendo la manifestación externa de este movimiento interno.

Tai Chi

Es un concepto primordial de la filosofía Taoísta y está basado en los principios de la Medicina Tradicional China. Tai Chi Chuan se denomina al estilo de Arte Marcial cuyos principios surgen de esta filosofía. La práctica requiere de la Mente-corazón como su guía, la energía universal como su raíz, el Tantien (la tierra de cultivo) como base y la potencia del Chan Sy (movimientos espirales que activan la fuerza centrípeta y centrifuga) como sus protocolos, a través del seguimiento de las leyes naturales del yin y yang y la fusión entre movimientos y energía, el cultivo se va llevando a cabo tanto en el cuerpo externo como en el cuerpo interno. El caudal energético se refina y se concreta materializándose en una potencia interna que fusiona Yin y Yang. Es el camino de vuelta al Tao.

El sistema completo de Hun Yuan Tai Chi Chuan está compuesto de tres conjuntos de trabajos: las practicas internas, las formas de manos y armas y los trabajos de tui shou. Los tres conjuntos se complementan para proporcionar al practicante un entendimiento de los tres aspectos del Tai Chi Chuan: terapeutico, marcial y meditativo.

En la práctica se trabaja estructura, fuerza, agilidad, equilibrio, sensibilidad-escucha y conciencia. Movilizando el cuerpo con ejercicios suaves se va desbloqueando, estirando, abriendo, nutriendo y fortaleciendo, recuperando así poco a poco la Armonía. Es importante la estructura corporal y desde ahí movernos suavemente y con intención fluyendo con cada movimiento.

El Tai Chi es una Meditación en movimiento.
A través de la práctica, nos iremos sintiendo con más vitalidad y fuerza, nuestro cuerpo recupera el equilibrio y la salud. Nuestro estado de ánimo mejora, sintiéndonos, más positivos y alegres, viviendo más centrados, más en calma y, quizás, experiencias que antes nos preocupaban, ahora las veremos de otra manera. Empezamos a vivir nuestra vida de una forma más equilibrada.

Posee innumerables beneficios para nuestra salud:

  • Aporta vitalidad.
  • Fortalece el cuerpo.
  • Tonifica y equilibra diferentes sistemas, los órganos internos, vísceras, músculos, tendones, huesos, piel , ojos, etc.
  • Aporta agilidad y resistencia.
  • Equilibra el sistema nervioso, por lo que ayuda a dormir y descansar mejor.
  • Refuerza el sistema Inmunológico.
  • Favorece la recuperación después de alguna enfermedad o convalecencia.
  • Ayuda en problemas hormonales o sexuales, impotencia, dolor menstrual, menopausia, etc.
  • Mejora el estado de ánimo.
  • Equilibra las emociones.
  • Es un buen antídoto para el estrés y la ansiedad.
  • Aporta claridad a la mente.
  • Favorece la concentración y la memoria.
  • Favorece la conciencia corporal y te ayuda a conectar contigo mismo.
  • Aporta bienestar, calma y paz.
  • Te vincula más profundamente a la vida y tu entorno.
  • Ayuda a cultivar una vibración más elevada.

Todo esto y mucho más nos puede aportar la práctica de esta maravillosa disciplina; sin embargo, para conocer realmente qué es el Tai Chi o el Chi Kung, hay que practicarlo. Te podríamos contar muchas cosas, pero hay que probarlo, hay que ver que aportación tiene para ti, qué te transmite, qué te da. La experiencia es importante, da maestría y profundidad. Hay un tesoro por descubrir, si practicas será más fácil que lo encuentres.

Generando Armonía en tu Interior Todo se Armoniza.

La Vida es hermosa cuando aprendemos a verla con otros ojos, cuando recordamos nuestra verdadera naturaleza, cuando podemos conectar con algo más elevado. Podemos ser más conscientes de nuestras experiencias aprovechando su aprendizaje y no dejando que nos desborden, transitándolas con calma y conciencia y dejándolas pasar a través de nosotros como las olas del mar. Las olas pueden parecer que el agua esta agitada, sin embargo, en la profundidad del mar siempre hay quietud.

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