Curso de Flores de Bach

El Dr. Bach desarrolló toda una filosofía de tratamiento basando sus actuaciones en la premisa de que las enfermedades son consecuencia de desequilibrios en los planos emocional y mental. Por eso, las Flores de Bach son en sí mismo un sistema de tratamiento, con las que se pueden resolver multitud de situaciones. Eso sí, las fórmulas a preparar han de ser cuidadosamente estudiadas y siempre personalizadas, ya que como el propio Dr. Bach decía “no existe la enfermedad, existen los enfermos”.

En el curso de Flores de Bach te enseñaremos no sólo a conocer todos los remedios, sino también los métodos de valoración en consulta, para la elección de la fórmula adecuada para la persona a tratar. Aprenderás la forma de ayudar a tus clientes a resolver conflictos emocionales, muchas veces ocultos, que son causa de dolencia física.

SOBRE LAS FLORES DE BACH:

Son un conjunto de esencias naturales que se utilizan para tratar diversas situaciones emocionales y psicológicas como el miedo, la soledad, la desesperación, el estrés, la depresión, la ansiedad, las obsesiones, etc.

El doctor Edward Bach, un investigador, médico y homeópata británico, entre los años 1926 y 1934 experimentó incansablemente con diversas flores silvestres autóctonas de la zona de Gales, en Gran Bretaña, hasta que halló 38 remedios naturales con propiedades curativas específicas para diferentes problemas emocionales. Estas 38 esencias son las que actualmente conocemos como Flores de Bach, que tras más de 70 años, han resultado ser un excelente método para tratar desequilibrios físicos, mentales y emocionales de cualquier ser vivo.

Según la creencia del Dr. Bach, las enfermedades físicas poseen una procedencia de tipo emocional y si los conflictos emocionales perduran en el tiempo, la enfermedad comienza a aparecer en el nivel físico corporal. Bach consideraba que restaurando el equilibrio emocional restauraba la salud física. Así desarrolló la Terapia de las emociones.

A Edward Bach las emociones, los miedos, las tensiones… las emociones en general le preocupaban bastante y tras licenciarse en Medicina en Londres, realizó numerosos trabajos de investigación en bacteriología. Deseaba fervientemente ayudar a las personas, pero consideraba que la Medicina que conocía no era suficiente para ello, así que dedicó su tiempo a buscar otros métodos menos agresivos. En este momento fue cuando entró en contacto con la Homeopatía, en la que también fue un destacado médico e investigador.

Tras algunos años como exitoso médico en la capital inglesa se percató de que muchos de los pacientes que tenían la misma enfermedad tenían, además, otras cosas en común, como la postura, los gestos, la forma de hablar y las expresiones. Así comenzó a analizar la personalidad de los pacientes y a buscar un remedio para cada tipo de personalidad. Durante unas vacaciones en su lugar de origen, Gales, recolectó flores con las que elaboró remedios de forma homeopática para esas diferentes personalidades y obtuvo excelentes resultados, motivo por el cual decide regresar definitivamente a Gales y desarrollar esos remedios. Intuitivamente comenzó a recolectar flores y a realizar diluciones, como se realiza en Homeopatía, y se sorprende con los resultados que obtiene al probarlos con los pacientes.

Posteriormente elabora las esencias sumergiendo las flores en agua mineral y dejándolas reposar al sol durante algunas horas, obteniendo así la tintura madre. Experimenta con esa tintura en sí mismo, en plantas, en animales y, posteriormente, en sus pacientes de acuerdo con sus síntomas y su personalidad, logrando excelentes resultados. Con estos antecedentes decide que, para corregir una enfermedad física, primero debe corregir los problemas psicológicos y emocionales de la persona que padece.